lunes, 18 de febrero de 2013

Lucille Ball, la pelirroja de los ojos grandes.

"El secreto de permanecer joven es vivir honestamente, comer despacio y mentir acerca de tu edad." 

Lucille Ball vino al mundo el 6 de agosto del año 1911 en la localidad de Jamestown, en Nueva York. Fue una conocida actriz de comedia, modelo y productora. Medía 1,71 m. 

Hija de un ingeniero de minas y una pianista, su padre falleció cuando ella tenía cuatro años.  Fue criada, junto a su hermano, por su madre y abuelos en un pueblecito ubicado a orillas del lago Chautauqua, al oeste de Jamestown. El abuelo, fue el que le inculcó a la pequeña Lucy el gusto por el teatro y las artes escénicas. Por lo que empezó a actuar en producciones teatrales desde muy jovencita. 


En 1917, estudió interpretación en la escuela dramática de John Murray Anderson en Nueva York. Como curiosidad os contaré que cuando estudiaba allí, el mismísimo John Murray le dijo: "Pruebe con otra profesión. Cualquier otra." Y le dejaron una nota escrita que ponía: "Pierde el tiempo, es demasiado tímida como para dar lo mejor de sí misma"


Pero Lucy no tiró la toalla y a pesar de la crítica continuo formándose e interpretando. En 1929 comenzó su carrera como modelo y durante los años 30 trabajó como actriz de radio con pequeños papeles para la RKO Radio Pictures. Además consiguió  adentrarse en Hollywood. Fue contratada por Samuel Goldwyn como "chica Goldwyn" y apareció en películas como "Escándalos romanos"de Frank Tuttle (1933) o "El chico millonario" de Roy del Ruth (1934).




Poco a poco Lucille Ball fue alcanzando mayor popularidad y se la dejaba ver en musicales con Fred Astaire y Ginger Rogers, "Roberta" de William A. Seiter (1935) o "Sombrero de copa" (1935) y "Sigamos la flota" (1936) ambas del director Mark Sandrich. 

En los años 40 ya era toda una estrella de las películas de clase B, pero su verdadero salto a la fama se produjo con su programa radiofónico titulado "My favorite husband" que duró hasta el año 1951, cuando la CBS le propuso pasarlo a la TV. Ella aceptó con la condición de que su marido, el actor y músico cubano Desi Arnaz, fuera co-protagonista de la serie. Gracias a "I love Lucy" la bella Lucille se convirtió en el ama de casa más famosa de la televisión norteamericana y del mundo entero.


El gran triunfo que obtuvo en televisión hizo que se despreocupara de su carrera como actriz cinematográfica y a partir de los años 50, rara vez se la vio aparecer en algún film importante. "El rey del Oeste" de George Marshall ("Fancy Pants", 1950), "Un remolque larguísimo" de Vincente Minnelli ("The long, long trailer"1954), "Los hechos de la vida" de Melvin Frank ("The Facts of Life", 1960) o la comedia doméstica co-protagonizada por Henry Fonda "Tuyos, míos, nuestros"("Yours, Mine and Ours", 1968) son algunos de los títulos más destacables.

En 1960 se divorció de su marido Desi Arnaz y se casó por segunda vez con el cómico Gary Morton que era 13 años más joven que ella. Con él, Lucy estuvo casada hasta el fin de sus días. Lucille Ball falleció de un paro cardiaco, una semana después de haber sido operada a corazón abierto, el 26 de abril del año 1989 en un hospital de Los Angeles.  Tuvo dos hijos. 





7 comentarios:

  1. ¡Vaya, mi cumpleaños también es el 6 de agosto!
    Una bella pelirroja. Sé que la he visto en alguna película, pero hace muuuucho y no puedo recordar en cuál de ellas.
    Bonito post, Kela.

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  2. ay si lucille era una belleza extraordinaria! me encanta su pelo y estos ojazos!
    que post mas precioso!
    un beso mary
    http://www.maryloucinnamon.com/

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  3. Qué hermosa que era... qué ojos! Una pelirroja inolvidable como Rita Hayworth!
    Besos!
    Mar

    www.marshylicious.blogspot.com.ar

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  4. Tenía unos labios preciosos. Me ha llamado mucho la atención eso. No la conocía de nada...
    A los Beatles también les dijo un cazatalentos que no valían para nada como músicos, y míralos XD

    .Estelle.

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  5. Sí que era hermosísima <3 <3 <3

    Muchas gracias por vuestros comentarios chicas ;)

    Besitos! ^^

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  6. Adoro a esta mujer, en serio. Me parece una verdadera preciosidad... ¡Y era tan expresiva! Me muero de risa con sus caras cómicas. Inolvidable.

    Saludos de Una Pin Up Frustrada,
    Helena Drive

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